Si hasta ahora la ganadería extensiva no
ha causado una alteración significativa en estas ecoregiones es precisamente porque
éstas tienen particulares características edáficas e hidrológicas que ocasionan inundaciones temporales, lo que ha evitado la
invasión de la agropecuaria industrial basada en la implantación de
monocultivos reemplazando la gran diversidad de la pradera natural.
La declaración de sitio Ramsar significa
que la región está incluida en la lista de áreas prioritarias para la comunidad
internacional que recomienda medidas de conservación cuyo objetivo es la
reducción de amenazas que podrían afectar a otros territorios, como el desvío
de flujos de agua ocasionado por la construcción de carreteras, por la pecuaria
intensiva o por las plantaciones. Implica además una ampliación del
enfoque de gestión ambiental centrado en los bosques, reconociendo la necesidad
de gestión adecuada de los ecosistemas de agua dulce de la Amazonía y del Plata
incluyendo la conservación de los ríos de las cabeceras de ambas cuencas (ríos Isiboro,
Sécure, Paraguay y otros).
Nuestro país asume una vez más un gran desafío pero hasta ahora no
ha dado grandes muestras de una efectiva labor en la conservación de
ecoregiones de gran valor para la biodiversidad. El Pantanal fue declarado
sitio Ramsar el año 2001, pero es muy poco lo que se ha avanzado en el desarrollo
de una pecuaria sustentable, corriendo el riesgo de emular la mala gestión del
Brasil que ya ha destruido un 20% de su Pantanal. El compromiso de proteger
toda la región a largo plazo no sólo es de los gobiernos sino de la sociedad
civil, que juega un papel preponderante al ocupar la ganadería privada grandes
extensiones de terreno tanto en los Llanos de Moxos como en el Pantanal.
Nuestra ganadería en sitios Ramsar podría lograr un sello especial de
certificación de carne orgánica por ser producida en áreas sin desboscar,
planteando sistemas de uso ecológicamente acertado de la
pradera natural para alcanzar máximos niveles de producción compatibles con su
renovación indefinida. Esto no debe confundirse con la aplicación universal de buenas
prácticas pecuarias porque es un planteamiento de producción en praderas
naturales, como propone el libro “Ganadería ecológica en las sabanas inundables
de Bolivia” que distribuye el sitio Amazon y siguiendo los principios de la
Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica, IFOAM.
Al haber aceptado las reglas de conservación el gobierno de Bolivia
está obligado a implementar políticas de uso sustentable que garanticen la
conservación de los recursos hídricos y los servicios ecológicos. Una gran oportunidad para alcanzar un sello de carne orgánica de ganado que pastorea en ecosistemas no alterados.